martes, 27 de enero de 2015

Llamadores de Ángeles

Me encantan estas bolitas sonoras, no lo puedo evitar. Estoy enamorada de su tintineo. Suave, sutil, como unas campanillas. Sí, es algo personal. Siempre quise tener uno, y cuando me quedé embarazada más aún. Y pesar que lo dejaba caer una y otra vez... nadie me lo regaló (snif...!). Quizás fui demasiado sútil o a mi al rededor no captaban bien las señales. Ahora sí, ya están todos avisados de manera menos sutil (je!) si vuelvo a quedarme embarazada, ¡¡quiero uno!! Aunque cualquier día me hago un autorregalo. ¡Porque yo lo valgo!



Popularmente son conocidos como Llamadores de Ángeles, porque detrás de su significado hay numerosas leyendas relacionadas con los ángeles. Pero haciendo referencia a su función durante el embarazo, también podemos llamarlos bolas musicales o sonajeros de maternidad. Su mecanismo es bien simple, se compone de una bolita que emite un sonido muy suave.


Volviendo a las leyendas o a su significado mágico, se cree que protege a la mamá y su bebé que aún está en el vientre.

"Cuenta la leyenda, que hace miles de años, los humanos vivían en contacto directo con sus Ángeles Guías o Ángeles de la Guarda y , que por alguna razón, seguramente vinculada al Pecado Original, tuvieron que dejar de vivir conjuntamente con ellos. Los Ángeles, apenados por la pérdida de la compañía de los humanos, obsequiaron a éstos con colgantes esféricos de plata que, al agitarlos, sonaban como campanillas.

Estas esferas eran un símbolo de protección. Los Ángeles se despidieron de los humanos y les explicaron que, aunque yo no los volverían a ver, si se sentían en peligro, desprotegidos o simplemente tristes, sólo tendrían que agitar la esfera, ya que cuando escuchara su sonido, el Ángel Guardían de cada uno, acudiría en su ayuda o compañía.

Los Ángeles pusieron una condición: el colgante sería de uso exclusivo y personal, pues todos tenían un sonido propio y reconocible por cada Ángel de la Guarda, y este Ángel no puede ser prestado a otra persona. Si se contravenía esta condición, la magia y protección de la esfera desaparecería.También explicaron a los humanos que el mismo colgante puede ser utilizado por una madre y su bebé mientras éste se encuentra en gestación, ya que en este caso ambos comparten un Ángel Guía. Una vez que el bebé haya visto la luz, la madre debe decidir si el colgante se utilizaba para su protección o para la de su hijo recién nacido".

Al margen de leyendas, magia y supersticiones, personalmente me parece un regalo perfecto para una embarazada. Además de ser un bonito complemento, ese sonido tan especial que emite le puede ayudar a relajarse. A ella y a su futuro bebé, ya que a partir de las 20 semanas de gestación es capaz de oir y, por tanto, también podrá disfrutar de su tintineo. Después del parto seguro que también le calmará. Pienso que será un bonito recuerdo tanto para la madre como para el bebé a lo largo de su vida.

Y será por modelos a elegir... plateados, lisos, en relieve, de colores... Para todos los gustos.


Yo soy muy indecisa, entre eso y que me gustan todos, ¡no sabría cuál elegir! ¿Me ayudas? ¿Cuál te gusta?

viernes, 2 de enero de 2015

Transformación de cuna a mesa - pizarra

Hace tiempo que vi esta transformación de cuna a mesa por internet (no recuerdo concretamente dónde, ya que creo que fueron varios blogs o páginas) y tenía ganas de aprovechar la cuna que compramos, porque como colechamos no le dimos el uso esperado cuando la compramos (otro trasto innecesario...¡de haberlo sabido antes! este tema me da para otro post). La cuna nos hizo función de barrera de la cama durante un tiempo y de almacén de juguetes durante otro tiempo, hasta que nos cansamos de tenerla ocupando sitio en la habitación.

Por fin nos decidimos a rescatarla del trastero y darle un buen uso. Os voy a contar como lo hicímos nosotros.

Quitamos un lateral de la cuna y la base donde se supone reposa el colchón:




Con tela de pizarra, corté según la medida de la cuna, y la pequé con una pistola de pegamento. Era lo que tenía más a mano, con cinta de doble cara creo que también hubiera quedado bien.
Sólo puse pegamento por todo el borde de la superficie.



Apoyo físico y moral:


Y muchas ganas de empezar a disfrutarla:



Colocamos la base en su sitio:



Vimos que se tambaleaba un poco así que aseguramos el resto de la estructura con un par de clavos. Habíamos pensado ponerle unas escuadras debajo de la base, pero no hizo falta.

¡Y ahora sólo queda disfrutarla! ¡Pintar, borrar y volver a pintar!




De momento así la tenemos, aunque mi idea es ponerle botecitos colgados de los barrotes o algún recipiente donde ella pueda colocar sus pinturas, tizas, papeles... Para que las tenga a su alcance y las pueda guardar cuando termine.

¿Qué os ha parecido? ¿Lo conocíais? Espero que os haya gustado y os sirva para inspiraros o para reciclar esa cuna que ya no usáis.

¡Feliz 2015!